Los estudios de percepción tienen como finalidad describir, diagnosticar y comprender el comportamiento de las audiencias respecto a determinados temas, productos, servicios, categorías, entre otros aspectos; y como estos influyen en su comportamiento de consumo, identificación social y relacionamiento futuro respecto al futuro.
Los hallazgos de este tipo pueden ser tanto de tipo exploratorio como concluyentes y de apoyo en técnicas de recolección, como entrevistas en profundidad, paneles, encuestas, cliente incógnito, focus group, entre otros.
El secreto de una buena investigación es descubrir aquellos móviles que definen los comportamientos sociales, económicos y políticos del momento. La percepción ciudadana respecto a políticas públicas e iniciativas privadas responden a intereses de grupo e individuales que generan tendencias sociales, claves para comprender por qué tomamos determinadas decisiones.
La percepción ciudadana, por cierto, no define la verdad o falsedad de las decisiones, sino la verosimilitud de las mismas, lo que convierte las propuestas empresariales e institucionales en elementos claves para definir la oportunidad de la toma de decisiones.
La clave de los estudios de percepción está en los distintos grupos de interés a los cuales investigamos, pues nos ayudan a determinar las hojas de ruta que deben seguir los decisores de políticas públicas e iniciativas privadas en el cumplimiento de los objetivos propuestos.
La eficiencia de estos estudios radica en lograr identificar aquellos móviles que nos permitan conectar efectivamente con los distintos públicos objetivo, de manera que todas nuestras acciones tácticas respondan a percepciones reales y no imaginarias respecto a la realidad social
